Helados de El Cañirico, una dulce tradición que identifica a Azogues

Desde diferentes partes del cantón Azogues y país llegan familias enteras hasta El Cañirico, uno de los barrios más antiguos de Azogues, a disfrutar del tradicional helado casero que aquí se vende por alrededor de 30 años.
A parte de los sabores habituales como chicle, mora, vainilla, chocolate, fresa, saborear helados de aguacate y sangorache, es algo que solo se lo puede hacer en la heladería de Pablo Flores Neira, ubicada en la calle Benigno Malo en la calle Azuay.
Pablo es azogueño, de profesión economista, considerado el pionero en la elaboración de uno de los postres más representativos de la ciudad en este populoso sector: el helado, que se ha convertido ya en una tradición, que cada vez se va innovando, y se vende desde los 40 hasta 80 centavos de dólar.
Comenta que es un emprendimiento familiar que surgió en sus primeros años de vida conyugal, por el año 1989, cuando llegó a El Cañirico y procedió, como una actividad económica para poder subsistir, a hacer una serie de innovaciones en los helados de crema y fue ahí cuando nació su famosa receta mágica.
Si bien los años han transcurrido y con ello varias empresas y sabores han salido al mercado, Pablo conserva su producto original hasta la actualidad. Afirma que él se debe a la aceptación de la ciudadanía en general y que la fama que han adquirido sus helados, obedece a las políticas de venta que ha implementado desde un inicio, en base a letreros u otros métodos a fin de captar la simpatía de los clientes.
Por circunstancias de la vida y actividades profesionales que debe cumplir, pues se desempeña como jefe de recaudación en la Empresa Eléctrica Azogues, hoy en día abre su tienda de helados únicamente los fines de semana, los días sábado y domingo, y pese a ello se mantiene en firme y con su propia clientela.
Algo novedoso es que sus helados nunca han tenido marca. Recuerda que un personero muy fuerte de la empresa Nutrileche le planteó este asunto, pero no accedió porque sintió que su emprendimiento era solo local, sobre todo por las actividades relacionadas a su profesión que las cumple paralelamente al negocio.
Nombres de helados
Pablo ofrece helados en una variedad de sabores y hasta ha llegado a experimentar nombres como el “Vainicho”, una mezcla de vainilla y chocolate, de su inspiración, el cual ha trascendido hasta Guayaquil. En alguna ocasión que visitó La Bahía le asombró escuchar a un vendedor que anunciaba este nombre. “Ese nombre le pusimos nosotros y me llamó la atención”, dice sonriente.
Añade que hay más de 25 sabores y todo el tiempo se varía en el momento de la preparación, en torno a la demanda de los consumidores. Hace de todas las frutas “habidas y por haber”.
Una de sus creaciones es el helado de aguacate 3X, para ello utiliza el genérico del viagra (Sildenafil), el cual ha tenido mucha aceptación en los hombres mayores. Su elaboración se da desde luego, previo a consultas con galenos y peritos en la materia que le han asesorado e indicado que no tiene repercusiones en la salud.
Otro helado que prepara es el 2X, con sangorache y algo de licor, a petición de gente adulta.
Mientras que el helado X es para toda la población, hasta de cinco sabores en uno: chicle, fresa, naranja, uva y limón (pueden variar), con pura crema y frutas; también hay empastados.
Materia prima
La materia prima es la crema y frutas frescas, ingredientes que pasan primero por las licuadoras, para finalmente llegar a los congeladores a la espera de clientes. Se utiliza vasos de aluminio y de plástico, con palos de madera para sostener el helado a la hora de saborearlo. (I)