Intercultural

“El QhapaqÑan, la historia del Cañar a través de un camino”

Alfonso Patricio Reinoso Gaguancela es un historiador de la nueva era en la provincia del Cañar, su aporte a la investigación de la historia, arqueología, antropología y lingüística en el campo de la etnohistoria, ha sido un fuerte pilar de apoyo desde hace algunos años, para conocer el legado ancestral y relacionarlo con lo existente.

Reinoso ha aportado al conocimiento con centenares de artículos de ciencias sociales y política, publicados en revistas de historia, antropología y periódicos, en su mayor parte fuera del Ecuador. Además, es coautor de varios libros y autor de obras como “Ñaupa Tiempos”, “El YachakTayta, Las Hierberas y Los Sobadores de Cuy, tres terapeutas andinos” y “UmaruNijiamanchUmurtar, hermano te invito a tomar mi chichita”.
Para este año presentará sus recientes obras “El QhapaqÑan, la historia del Cañar a través de un camino” y “El Monolito Cañari”.

El historiador realizó el trabajo de investigación del “QhapaqÑan”, tramo Culebrillas-Ingapirca, informe técnico para su declaratoria como “Patrimonio Cultural de la Humanidad”.

Ganador de los Fondos Concursables 2016—2017 del Ministerio de Patrimonio y Cultura con el Proyecto “El QhapaqÑan, la historia del Cañar a través de un camino”, con una puntuación de 100/100, y el aporte de 8 mil dólares, que consiste en un libro y un video. Oscar Martínez y Sebastián Kouperman son los funcionarios del Ministerio de Patrimonio y Cultura, nombrados para el seguimiento del Proyecto.

EL QhapaqÑan

El Proyecto “El QhapaqÑan”, narra Patricio Reinoso, es la historia del Cañar a través de un camino, es un estudio basado en documentos coloniales, republicanos y del siglo XX en archivos nacionales y fuera de la patria; libros que tratan sobre la historia regional, nacional y continental, localizados dentro y fuera del Ecuador; a ello se suma más información obtenida en campo (entrevistas, observante participador) en diferentes partes de la región Cañari, que abarca desde la cuenca de los ríos Upano y Bomboiza -Morona Santiago- y Cuyes -Zamora Chinchipe– hasta la isla Puná -Guayas- y Jambelí-El Oro; desde Pallatanga–Chimborazo hasta Colaisaca-Loja, siguiendo la información obtenida en el material consultado, sobre todo en los mapas del Padre Alfredo Germani (Aíj´ Juank), publicado en su libro “Pueblo de Fuertes Rasgos de la historia Shuar”.

En los estudios de Marcelo Noguera sobre los Macabeos y las lenguas arawakos en el Ecuador, los libros sobre Socarte de Carlos Álvarez Pazos y los libros y entrevistas realizadas al Padre Víctor Vásquez Suárez sobre los Cañaris en el Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina, que le han ayudado a determinar el espacio donde se desarrolló la cultura Cañari.

El etnohistoriador, asegura que para complementar su proyecto, viajó en el mes de mayo a Perú, a las comunidades Cañaris de Lambayeque y Cajamarca. En su computador guarda celosamente imágenes de lo que recuperó en su viaje, sus historias son interesantes. Nos cuenta que “estas personas son descendientes de Cañaris, llevados como mitimaes por los inkas Túpac Yupanqui y Huayna Cápac en el siglo XV, para cumplir funciones militares y de desarrollo económico en dichas regiones.
Estas comunidades son Cañaris e Incahuasi en la provincia de Ferreñafe, Departamento de Lambayeque, Porcón y Chetilla en la provincia de Cajamarca, Departamento del mismo nombre. Importante información sobre los Cañaris en el resto del Perú y en Bolivia, ha recibido por parte de colegas historiadores como Rubén Pachari Romero (Perú), Daniela Troche Guzmán (Bolivia), entre otros, con quienes ha compartido en diferentes eventos académicos a lo largo de su carrera profesional, desde el año 2000 hasta la actualidad.

Entre sus narraciones, Patricio Reinoso con su típica “salsa” para contar historias, nos relata “en Cajamarca, Perú, me sorprendió que a las iguanas les llaman Cañar; pregunté por qué?, me dijeron porque son bravas como los “cañaris”; o que en Cochabamba-Bolivia me dijeron “Ya estás cañar”. A mi amiga Karen le pregunté, por qué me dices eso, me explicó: “por lo serio que estás, acá le decimos así a quienes están molestos, bien serios o bravos como los cañaris”… concluye. (I)

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