Intercultural

Helados de Cañirico, una tradición en Azogues

En Azogues, capital de la provincia del Cañar, en el sector donde hace muchos años atrás funcionaba la Terminal Terrestre interprovincial, hoy convertido en Terminal Interparroquial, en el tradicional barrio “El Cañirico”, desde hace varios años se comercializan los más deliciosos helados, elaborados a base de frutas e ingredientes exóticos con un sabor especial, a los que su propietario los ha denominado los tradicionales helados de “Cañirico”.

Pablo Flores Neira, economista de profesión, es el creador y dueño de un emprendimiento y gracias a la sociedad azogueña ha tenido la oportunidad de ser reconocido por los tradicionales helados que el con sus propias manos fabrica, y vende en su tienda solamente los sábados y domingos.

Cuenta que desde que se casó y al verse responsable de su hogar puso a andar el emprendimiento, y justamente esa responsabilidad “hizo que procedamos con este negocio, llegando a innovar con la producción de helados y que se empiece a crear helados de diferentes sabores, con un secreto que les hacen únicos. Claro, todo esto merece sacrificio y esfuerzo”, menciona el emprendedor.

“Con los tradicionales helados de “Cañarico”, que en nombre de Azogues, hemos tratado de hacer un reconocimiento a mi ciudad y que se realce su nombre, con una trascendencia en la cual se vincule a la sociedad azogueña con la actividad económica, a base de un producto gastronómico, el cual marca la diferencia de los demás”.

Es que para promocionar sus helados Flores ha recurrido a cosas novedosas, como imágenes y frases de humor, con letreros que los hace originales. En su heladería existe un variedad de sabores, más de 25 sabores y que no se encuentran en otros sectores del país.

Apetecidos

Uno de los más apetecidos por chicos y grandes es el “Vainicho”, que es un helado inventado por su creador, mediante la combinación de leche, crema con chocolate y vainilla, lo que da un sabor especial. “Inicié con los helados viendo que en otros lugares del país había el auge de los helados”, sostiene.

Cuenta que cuando se inició con la venta de helados, hubo mucha competencia, “cuando empecé haciendo helados de dos colores y me imitaban, empecé a hacer de tres colores y de igual manera de ese han ido imitando, entendí que en función de mercado y negocio así son las cosas y respeto ese punto. Me queda la satisfacción de ser la persona que originalmente he ido creando e innovando sabores para poder vender al gusto de la gente”.

El negocio emprende a inicios de la década de 1990 y los estudiantes del colegio Luis Cordero eran sus mayores clientes, luego la novedad se extendió a toda la ciudad y a otros sitios del país.

“Hago helados de todos los sabores habidos y por haber, uno de los favoritos de los hombres es el helado de aguacate, conocido en la costa “como el levanta muertos”, incluso hay uno en especial que es el helado de “viagra”, cuyos ingredientes son el aguacate y el genérico de viagra, claro antes consultados con los médicos profesionales que me dan la dosis perfecta, siempre y cuando se tenga la debida precaución de vender solo a quienes está permitido” nos da a conocer.

Entre risas y anécdotas cuenta que estos helados son muy consumidos, “se hace una tandita y estos desaparecen en seguida”, comenta. De estos helados se tiene muchas anécdotas, dice el economista Flores Neira, pero nos cuenta una.

“En una ocasión ya estaba cerrada al tienda, yo regresaba del almuerzo, y vi un señor desde que me fui al almuerzo estuvo parado en frente de la tienda, ese día no iba a abrir porque me iba a mi oficina, pues ya había cerrado para abrir al siguiente día; pero el señor seguía ahí esperando y de pie todo el tiempo, cuando me vio salir, medio avergonzado se acerca y me pidió de favor que le venda un helado de aguacate, ahí me di cuenta que el señor me compró esos helados la semana anterior y, claro el me reiteró que le ha ido muy bien y que deseaba repetirse”.

“Tengo tantas anécdotas que les he contado y se han hecho cuentos populares” nos dice. Narra que fue presidente del colegio de economistas, y un día estuvo haciéndose lustrar los zapatos, el joven que lustraba lo miraba siempre la cara y le preguntó , ¿tú me conoces?, me respondió, claro, yo pensé que me conocía como el economista Flores, el que trabajaba en la empresa, pero me dijo ¡usted es el heladero del terminal!, y así con su actitud serena, nos cuenta soltando una carcajada, “pues es una anécdota que lo tomo con mucha risa” , señala

En sus inicios los helados vendía todos los días de la semana, desde hace cuatro años debido a las actividades personales, solamente se brinda atención los sábados y domingos, que son los días que llegan varias personas para disfrutar de estos helados que son especiales por el sabor incomparable que estos helados tienen.

El creador de los helados de “Cañirico” narra que servir a la ciudadanía, le ha dado muchas cosas positivas, como el cariño de la gente, estrechar lazos de amistad con muchos amigos y vecinos y conocer mucha gente de otros lugares que están de paso, ya sea como turistas o por simple curiosidad.

Expresa que elaborar los helados es bastante sacrificado y para no perder la originalidad “se debe hacer uno mismo, por ello soy quien elaboro los helados, porque tengo el conocimiento, si divulgo mi conocimiento a otras personas no resultaría el negocio, y se perdería las ilusiones, el sentido de mi creación, es lo que pensaba en sus inicios hoy la realidad es otra.

Para mí hubiera sido fácil poner empleados y seguir, pero ya en el ámbito personal a nivel familiar no hemos decidido. Hubo la intención de patentar pero no lo hicimos porque Azogues aun es una sociedad pequeña y no es necesario tener una patente. Varias personas han querido comprar mi idea o crear un franquicia pero no es mi intención entregar mi conocimiento a otras personas que no sean de mi entorno familiar”.

Cuenta que en varias ocasiones tuvo muchas propuestas para asociarse incluso de poner sucursales en otras ciudades y franquicias pero no ha aceptado. “Un vez el señor que me entregaba la crema de leche, yo trabajo con una marca de Cañar, me propuso que pongamos en Cañar y con otro nombre yo le dije que no, que estos son los helados de Cañirico de Azogues y nadie me va a hacer cambiar de opinión”.

Desde un inicio todos metían manos en la elaboración, sus hijos, su esposa y así había para vender todos los días, se elaboraba muchos helados, ahora todos sus hijos son profesionales y se dedican a sus actividades por ello el cierre del local y solamente se atiende los fines de semana.

Los helados de “Cañirico” surgió de un proyecto universitario, cuando cursó el quinto año de la universidad y fue el proyecto ganador aprobando incluso una materia con aquella propuesta y así una serie de anécdotas que para el economista Pablo Flores resultaría interminable contar.

En la actualidad el inventor de los helados de “Cañirico” se dedica a su trabajo como jefe de recaudación de la Empresa Eléctrica, entre risas. “ soy el que corta la luz a los que no pagan” dice en son de broma. Manifiesta que en Azogues todos lo conocen y que con todos tienen excelentes relaciones sociales.

Sus clientes son generalmente gente de Azogues, de los sectores rurales del cantón y de otros cantones del Cañar, pero los clientes tradicionales son los cuencanos, que se conoce que a través de un estudio los fines de semana mucha gente de Cuenca hace turismo y luego siempre por el tema de alimentación van hacia el mercado y pasan por los helados de “Cañirico”.

El Cañirico es uno de los tradicionales barrios de Azogues, se conoce también como 4 Esquinas, es conocido por los helados y por las actividades culturales, como los años viejos que han ganado varios concursos. De este barrio se cuentan muchas historias, incluso dice, que este barrio es de glorias y personajes importantes, entre ellos don Virgilio Saquicela Toledo, Segundo Serrano, don Germán León, Rolando Idrovo, etc.

Antes el barrio era muy unido, hoy muchos han salido del sector y ha venido gente nueva que casi ya no se conoce menciona.

Respecto a la competencia nos cuenta que es dura, copian muchas cosas, para ello ha tenido que inventar una serie de frases publicitarias, y efectivamente en su local hay textos acompañados de una imagen que nos llaman la atención. Por ejemplo uno que dice “Las niñas Guapas compran aquí los helados y las feítas a lado” manifiesta que este letrero es sin el ánimo de ofender sino, incluso es una broma con sutilidad.

Manifiesta que cuando inició con sus negocio tenía muchas competencia al extremo de esconder las fundas de crema para que los demás no consigan y no hagan algo similar, pero a pesar de que sus competencias conocen de donde adquieren sus ingredientes no han logrado dar con el secreto que pone para generar un sabor especial a sus helados.

Recuerda que en sus inicios, cuando funcionaba la terminal interprovincial en este lugar dio mucho trabajo a jóvenes ambulantes y que trabajaban vendiendo sus helados. A su ahijado le está enseñando a elaborar los helados para que sea él quien siga con este legado y sirva a la ciudad.

Erika Farinango, quien vino desde el Quinche, vino a degustar los helados ded “Cañirico” y manifiesta que los helados de Salcedos son deliciosos pero que al degustar los helados de Azogues, siente un sabor muy especial y que le gustó disfrutar de estos.

Zoila Pesantez, invitó a sus amigos a conocer Azogues y los invitó a saborear de los helados.

Roberto Zumba, oriundo de Ambato, manifestó que es la primera vez que conoció Azogues y que es una ciudad hermosa con paisajes naturales increíbles, y a parte de su gastronomía exquisita, los helados de “Cañirico” son especiales, pues le habían recomendado y por ello buscaron probarlos.

Durante nuestra entrevista un domingo, observamos como muchas personas de la ciudad y de diversos lugares llegaban recomendados a comprar los helados, mientras don Pablo, su propietarios los atendía un una broma y sonrisas.

Azogues la capital de los cañaris a más de ser un destino turístico, tiene delicias gastronómicas una de esta son los tradicionales helados de Cañirico, disfrútelos. (I)

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