Guapán

Aguas servidas corren por cunetas en Guapán

Hay siete casas en peligro. Por ahora no hay acciones, sólo recomendaciones de la Secretaría de Gestión de Riesgos.

A cielo abierto corren las aguas servidas por los sectores localizados en la zona baja de la comunidad de Cachipamba de la parroquia Guapán del cantón Azogues.

Las aguas que bajan provocando ruido y pestilencia antes eran transportadas hasta el río Tabacay por una tubería de cemento que colapsó, eso obligó a tapar la conducción y dejar que el agua corra libremente por las zanjas que quedan cerca de viviendas y terrenos agrícolas.

Las lluvias constantes de estos últimos meses, las filtraciones que habría ocasionado durante varios años la tubería que permanece sellada, y las aguas servidas que hoy bajan por los canales, habrían provocado que, al menos, siete viviendas presenten grandes cuarteaduras, dos de éstas ya habrían sido declaradas inhabitables por la Secretaría de Gestión de Riesgos.

Las comunidades Guartanchún y Guindilig, donde habitan unas 500 familias, son las más afectadas. Sus habitantes están temerosos por estar localizados en estos espacios potencialmente inestables, sin sistemas de drenaje que lleven las aguas servidas de las comunidades de la zona alta hasta una planta de tratamiento.

Antecedentes

No es la primera vez que la parroquia Guapán es noticia por los problemas provocados por deslizamientos del suelo, hace algunos años, en la comunidad de Aguilán también se cayeron algunas casas y estuvieron en peligro otras, incluso en la actualización del Plan de Ordenamiento Territorial de Guapán, constan recomendaciones basadas en un diagnóstico donde constan las zonas susceptibles a la erosión hídrica, deslizamientos y flujos.

Entre las recomendaciones se pide realizar estudios geológicos y geotécnicos de detalle para obtener el modelo físico y de estabilidad del deslizamiento, que permitirán evaluar la factibilidad técnica y económica de diseñar las obras de mejoramiento del drenaje y de protección que sean necesarias.

Kléber Guamán, de la comunidad de Guartanchún, opina que el invierno ocasiona problemas en la zona baja de la comunidad, lo que implica cuarteamientos de casas y terrenos. Dice que el problema del alcantarillado ya tiene más de tres años, sin embargo las autoridades de la parroquia no han dado soluciones.

Mercedes Buestán, propietaria de una de las viviendas que están casi inhabitables, recordó que el 30 de marzo su patio amaneció un poco abierto, escuchó unos ruidos y en la tarde sintió miedo y se fue donde sus familiares. Hoy, las paredes de la vivienda están por desplomarse.

Relata que hace 10 años ya notó los primeros problemas cuando el alcantarillado que pasaba al pie de su casa se había desconectado y el agua servida se estaba filtrando por los terrenos cultivados y, seguramente, desestabilizando los mismos.

Martha Macancela y Susana Zhinín están preocupadas porque las aguas servidas que corren cerca de sus viviendas podrían ocasionar un problema de salud Pública, igual criterio tiene Luis Antonio Minchala, quien junto a sus vecinos recorrió ayer los sectores más afectadas.

Carlos Vallejo, presidente de la Junta Parroquial de Guapán, en una entrevista en Radio Ondas Cañaris, calificó de complejo a este problema que se ha agudizado con el invierno. Indicó que ha inspeccionado las zonas afectadas junto a funcionarios de la Secretaría de Gestión de Riesgos, los cuales ya emitieron un informe y recomendaciones.

Dos casas fueron desalojadas y ahora se espera que personal técnico de alguna institución que podría ser el Municipio de Azogues que tiene la competencia de riesgos, realice un estudio del suelo para determinar las causas de los hundimientos, pues se presume que no sólo serían las aguas servidas, sino una falla geológica.

“Gestión de riesgos sólo da recomendaciones, pero no destina técnicos, ni recursos para ayudar a la gente”, dijo el presidente de la Junta Parroquial. (I)

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