BibliánInterculturalTitularesVideos

Bibilak, artesanía y tradición en Biblián

Emma Espinoza está en la caja de la tienda ‘Bibilak, artesanía y tradición’, recibe a los turistas con una sonrisa y les muestra la variedad de artesanía que se puede hacer con la paja toquilla.

Vende piezas pequeñas como llaveros, manillas y otras más grandes, como los famosos sombreros, bolsos y carteras. En este espacio, cuyos estantes son de madera y vidrio, se puede apreciar, tocar y preguntar acerca del producto.

La marca que manejan tanto en las piezas como en la tienda es ‘Bibilak’ y quienes hacen las artesanías que aquí se venden son 60 mujeres que conforman la Cooperativa de Producción Artesanal ‘Padre Rafael González’.

Lo que vemos en la tienda es el último eslabón de la cadena productiva, la comercialización, pero ellas se reúnen para crear juntas los productos para surtir la tienda y también crean para lograr satisfacer a los clientes que tienen en el país y en el extranjero.

Todos los jueves las tejedoras se reúnen en el ‘Centro de Acopio’, ubicado en el Centro Histórico de Biblián, a una cuadra y media de la tienda BIbilak, ubicada en la calle Alberto Ochoa, junto al Parque Central del cantón.

Es en ese espacio donde mujeres creativas dejan el campo para dedicarse durante ese tiempo a compartir saberes, intercambiar ideas tanto de combinación de colores, creación de nuevas piezas, como para planificar viajes o ferias.

Aquí tienen la maquinaria que les facilita un poco el trabajo. La técnica de apoyo del GAD Municipal, Estefanía Crespo, explicó que esta cooperativa se conformó en el 2014 con la idea de unir a todas las artesanas y lograr mantener este oficio que desde 2012 es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, decretado por la UNESCO.

En el centro cuentan con bancos de unos 30 centímetros de alto donde se sientan a tejer, pero también tienen espacio para secar la fibra. María

Chabla, quien teje desde los 15 años, narra que el primer paso es dividir los talles de la palma en fibras delgadas.

Luego clasifican la paja y la mejor, más fina y clara se deja para hacer los sombreros. Con 16 pajas empiezan a tejer para formar la plantilla que es la parte superior del sombrero.

La plantilla se coloca en un molde y las expertas tejen la copa y la falda. Los que se hacen con paja más fina se terminan en 3 o 4 meses, pero los más gruesos en una semana.

Para hacer el remate del sombrero se hace el azocado que consiste en cortar la paja que sobra. En este lugar tienen máquinas como el maceteador para suavizar el sombrero.

En 4 y 5 de diciembre ellas serán las anfitrionas del I Encuentro de Toquilleras nacional en Biblián y compartirán saberes.

Variedad de artesanía ofrecen en la tienda que está en pleno Centro Histórico de Biblián, a una cuadra del Parque Central del cantón.

María Chabla (i) junto a su compañera Emma Espinoza (d) mientras tejen en la tiende donde venden la variedad de objetos que ella producen. (I)

Botón volver arriba