Azogues

Seis provincias conforman la Mancomunidad Cultural del Sur

La mancomunidad cultural es una iniciativa pionera en el Ecuador porque no existe un modelo que se haya dado en la historia del país.

En Azogues se desarrolló ayer la cuarta reunión de los presidentes de los núcleos provinciales de la Casa de la Cultura Ecuatoriana de Azuay, Cañar, Morona Santiago, El Oro, Loja y Zamora Chinchipe con el fin de aprobar los estatus que sustentarían la creación de la Mancomunidad Cultural del Sur.

En una reunión anterior, los presidentes de los núcleos provinciales, con la aprobación de los miembros de sus respectivos directorios, firmaron una carta de compromiso para constituir dicha alianza.

La Junta Plenaria, que la conforman los presidentes de los núcleos provinciales y el presidente de la matriz, conocerán los estatutos y aprobarán la personería jurídica de la Mancomunidad Cultural del Sur.

En la reunión de ayer también estuvieron presentes los presidentes de la Casa de la Cultura de las provincias de Bolívar y Santo Domingo de los Tsáchilas, ellos vinieron para apoyar la iniciativa de que se convoque a la Junta Plenaria de la casa matriz, para además de reconocer a la mancomunidad de las provincias del sur, se analice la Ley de Cultura que fue aprobada por la Asamblea Nacional el pasado 10 de noviembre de 2016.

En la sala de exposiciones de la Casa de la Cultura Núcleo del Cañar se reunieron los presidentes convocados.

Ivón Dávila, ex asesora jurídica de la casa matriz, expuso sobre la conceptualización de una mancomunidad; los ejes que mantienen a una mancomunidad, el fortalecimiento institucional; qué es una mancomunidad cultural; las características de la mancomunidad cultural; y, el marco jurídico bajo el cual se está creando.

La mancomunidad es una posibilidad para construir alianzas entre los núcleos provinciales permitiendo insertarse en una lógica integracionista y solidaria, nunca antes vista en los 72 años de historia de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, anteponiendo el sentido de la unidad sobre el de la individualidad y como respuesta a la falta de lineamientos, políticas claras, así como escasas herramientas de planificación dada de la Casa de la Cultura matriz, como producto del centralismo.

“Es una alternativa de gestión territorial, es un modelo que está pensado desde lo local, es decir, para apoyar, para impulsar la cultura local, algo que no viene impuesto desde un escritorio, desde un centralismo de un ministerio o de una oficia en Quito, sino como algo que nace como una iniciativa propia con proyectos que se apegan las necesidades de nuestro territorio y de nuestra gente”, subrayó Ivón Dávila.

La mancomunidad cultural es una iniciativa pionera en el Ecuador porque no existe un modelo que se haya dado en la historia del país, incluso a nivel de Latinoamérica, donde hubo un intento en Venezuela. Hay mancomunidades sobre temas de manejo de cuencas hidrografías, de gestión de recursos naturales, de vías, pero no existe sobre la cultura.

Marco jurídico

La mancomunidad se ubica en la realidad del estado ecuatoriano a partir de la Constitución del 2008. A partir de noviembre del año anterior se establece un sistema nacional de cultura, bajo las directrices del Ministerio de Cultura, cambio que es visto como tardío debido a que no se sabe el futuro del actual gobierno; frente a ello, desarrollar una mancomunidad es una alternativa, puesto que el tema de la mancomunidad ha sido fortalecido tanto por la Constitución como por el COOTAD.

Hay dos ejes: uno político y otro técnico; el político está orientado a crear condiciones de fortalecimiento institucional y de gobernabilidad, y el técnico el que permite alcanzar los objetivos de la mancomunidad de acuerdo a las expectativas económicas, sociales y culturales del territorio.

El proceso de institucionalidad de la mancomunidad debe ser asumido a largo plazo, se necesita un estatuto, opciones de financiamiento, definir misión y visión e identificar actores aliados. (I)

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