Uso del taxímetro aún no se generaliza

Luis Pinos, de la Cooperativa de taxis Azogues, dice que no utiliza el taxímetro porque tiene problemas con la calibración. Este inconveniente lo ha intentado solucionar en Cuenca, pero el tiempo que tiene que esperar para ser atendido nunca está a su favor, señala. Para mostrar su mal funcionamiento, el taxista enciende el artefacto, el cual, en segundos se apaga. “Es nuevo, está instalado desde hace dos meses, pero no funciona bien”, dice, al tiempo que muestra una citación que le entregó un policía por no utilizar el taxímetro. Luis Pinos comenta que algunos de sus compañeros utilizan el taxímetro sólo cuando el cliente les pide, si eso no sucede, continúan con la costumbre de pactar el precio. “Hay clientes conscientes que pagan lo de siempre”, manifiesta.
Efrén Ulloa, es otro taxista que tiene una historia similar; dice que pasó en la 10 de Agosto, en Cuenca, toda la mañana de un sábado esperando para que el taxímetro de su unidad sea revisado. Él, sin que se le pida activa el taxímetro que, desde el centro de la ciudad hasta el Terminal marcó 1 dólar con 14 centavos; antes la tarifa era de 1, 50. Los dos taxistas esperan que se revisen las tarifas y que se utilice un mecanismo de control para los precios que cobran las camionetas, las cuales no sólo hacen recorridos a las áreas rurales, sino dentro del área urbana, quitando de esta manera el trabajo a las compañías de taxis.