

Ingrid Ordóñez, coordinadora Zonal 6 del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, indicó que las dos niñas no son de la zona del austro, sin embargo, existen varios casos de menores de las provincias del Cañar, Azuay e inclusive de Morona Santiago, que están viajando de esta manera, desde el mes de mayo del año anterior.
Las edades de los niños y adolescentes varían de entre 10, 12 y hasta 15 años, quienes migran no acompañados, exponiéndose a un sinnúmero de riesgos, como cruzar el desierto durante calores extremos o fríos intensos, animales salvajes a su alrededor, ser víctimas de violación, trata de personas o inclusive a perder la vida en este intento.
La funcionaria señaló que son los padres quienes están autorizando que sus hijos menores de edad, viajen acompañados de una tercera persona, porque ellos otorgan el poder en muchas ocasiones no a los familiares, sino probablemente a “coyotes” para que lleven a los niños hasta México y luego hagan el intento de cruzar hacia los Estados Unidos.
Manifestó que no disponen de un dato estadístico porque no todos los casos de los menores que cruzan la frontera llegan a su conocimiento, pero en estos últimos meses han existido alrededor de 15 niños no acompañados de las tres provincias solicitando reunificación familiar.
“Estados Unidos pide ayuda a los Consulados y a Cancillería solo en el caso de que los menores no aporten información de dónde se encuentran sus padres; cuándo los niños saben dónde están sus padres y el número telefónico, es el mismo gobierno americano quien se contacta directamente con los familiares”, explicó.
Ordóñez dijo “No expongamos la vida de nuestros menores en un intento por llevarlos y cumplir un sueño que probablemente se convierta en una pesadilla”, subrayó. (I)