“Manos de mi tierra” se denomina la campaña solidaria que impulsa la Fundación Carlos Pérez Perasso, con la finalidad de ayudar a las artesanas tejedoras del sombrero de paja toquilla, que se han visto afectadas por la pandemia del coronavirus al no poder vender sus productos.
Diego Urgilés, coordinador de la fundación, indicó que los mercados en el exterior, a nivel nacional y local se encuentran comprimidos, por lo que a través de esta iniciativa apelan a la sensibilidad y solidaridad de los coterráneos, tanto de quienes viven en la ciudad, como los que están en el exterior, para que adquieran este producto y apoyen a la gente que todos los días se sacrifica tejiendo esta artesanía.
“Apelamos a aquellas familias que tienen sus hermanos, primos, tíos y padres en los Estados Unidos, España u otros países, para que con ocasión de estas fiestas de fin de año envíen como un recuerdo esta artesanía valiosa de nuestra tierra, una parte de nuestro terruño para que lo porten allá en el exterior”, dijo.
Los sombreros son debidamente procesados, terminados y exhibidos en el punto de venta en el almacén ubicado en la calle Bolívar y Solano en Azogues, así como en la planta de tratamiento en Charasol. Por la campaña se ofrece hasta un 20% de descuento, pues la meta es vender 2.000 sombreros.
Urgilés comentó que de esta forma la fundación cumple con su cometido de adquirirles el producto a los artesanos a un precio justo. Al momento son alrededor de 300 tejedoras a las que se compra sus sombreros sin importar a que agrupación pertenezca y la intensión es ampliar a un mayor número de gente.
Doris Vázquez, secretaria de la fundación, señaló que los precios de los sombreros procesados varían desde 15 hasta 250 dólares, de acuerdo a la calidad, el diseño y los colores. Invitó a las personas a adquirir este producto no solo por solidaridad, sino por cultura, tradición y en especial por salud, porque previene el cáncer de piel.
De su parte, Luis Carpio, director ejecutivo de la fundación, hizo hincapié en la situación económica de las tejedoras del sombrero de paja toquilla, a quienes se hace necesario apoyarlas, porque cada una elabora tres sombreros a la semana y las comercializa en $ 6, $ 7 y hasta $ 8 dólares; lo que implica que su ingresos es de unos $ 40 ó $ 50 dólares al mes. (I)