Migrante

Migrantes sin papeles tienen derecho a asistencia legal

Ante el aumento de las redadas en EE.UU., activistas y abogados enseñan a los extranjeros cómo reaccionar ante los agentes de migración. Los centroamericanos son el objetivo principal.
“No abra la puerta, no permita que nadie en la casa hable, sepa que los agentes no tienen derecho a entrar”. Es el consejo que abogados y activistas dan a los inmigrantes sobre cómo reaccionar si agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por siglas en inglés) tocan a sus puertas, en Estados Unidos.
Las redadas no son algo excepcional en el país, pero desde hace una semana se ejecutan con mayor frecuencia en las ciudades de Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva York y San Francisco, mientras que fueron suspendidas en Nueva Orleans por la llegada del huracán Barry.
La mayoría son ciudades santuario -en ellas, la Policía local no colabora en los controles de inmigración ni pregunta sobre su situación, y algunos ayuntamientos prometieron ayudar a evitar que los arrestos tengan éxito.
“Háganles saber que estamos aquí para ayudarlos”, dijo la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James en rueda de prensa. Su oficina pone a disposición de los afectados asistencia legal gratuita.
La ciudad de Nueva York emitió directrices a las diferentes agencias para que no cooperen con los agentes de ICE en la operación. El alcalde Bill de Blasio insistió en que su ciudad es un santuario y está comprometida a preservar la identidad de todos los ciudadanos, independientemente de la condición en que se encuentren en el país.
Centroamericanos en la mira
Aunque millones de personas viven en Estados Unidos sin autorización y periódicamente son blanco de deportación, los operativos más recientes están dirigidos sobre todo a familias de Centroamérica que llegaron desde octubre pasado; muchas presentaron solicitudes de asilo.
“Como siempre, ICE prioriza el arresto y la deportación de extranjeros presentes ilegalmente que representan una amenaza para la seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad fronteriza”, señaló Matthew Bourke, vocero de ICE.
En febrero pasado, ICE envió alrededor de 2.000 cartas a familias que recibieron órdenes finales de expulsión por parte de los jueces y que no se presentaron a su cita, pidiéndoles que asistieran a las oficinas locales de ICE para completar el proceso.
Los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional dijeron recientemente que su misión es impedir la migración ilegal y que las imágenes de niños y padres sacados de sus casas pueden ayudar a desalentar a otros a venir a los Estados Unidos.
¿Cómo se ejecutan los arrestos?
Los agentes deben esperar a que la persona abandone su hogar de forma voluntaria para arrestarla, así que a menudo esperan cerca de una residencia antes del amanecer para asegurarse de que la encuentran. Las autoridades incluso usan engaños para lograr que las personas cooperen, como fingir que buscan a alguien más, indicó a The New York Times Charles Kuck, un abogado de inmigración en Atlanta.
Los agentes también suelen acechar la casa a bordo de vehículos sin marcas oficiales y fotografías de sus objetivos, dijo Kuck.
Si una persona no tiene papeles de estadía legal y es arrestada durante una redada o por un agente de la Policía, tiene, primero que todo, derecho a guardar silencio y pedir un abogado, explica a Univisión la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés).
También tiene derecho, en caso de que llegue la Policía a su casa, a que le muestren una orden de allanamiento firmada por un juez.
Después del arresto, las autoridades intentarán confirmar la identidad de la persona, lo cual puede ser difícil si esta no responde a los cuestionamientos. Pero incluso si no se puede verificar su identidad, los agentes de todos modos suelen arrestarlos, dijo Daniel M. Kowalski, un abogado migratorio de Colorado que es editor de Bender’s Immigration Bulletin, una revista especializada para activistas de migración. Después de la detención los migrantes son llevados a una oficina de ICE para procesarlas, un papeleo que pueden tardar hasta cinco horas.
Mientras una persona espera a que se le procese, un abogado puede presentar una moción para reabrir su caso de deportación, dijo Kuck, lo cual de inmediato retrasaría su expulsión del país.
A los abogados a menudo se les concede una reunión por Skype con su cliente, pero podría tomar meses o semanas antes de que se les agende una audiencia. Una vez que se agotan todas las alternativas legales o si la persona accede a la deportación, empieza el proceso para expulsarla físicamente de Estados Unidos. La celeridad de la deportación depende de dónde se encuentra y a qué país se le enviará.
Conseguir los documentos requeridos para viajar a su país de origen también lleva tiempo. Para las personas de Centroamérica este proceso puede demorar entre tres y cuatro meses. Decenas de miles de personas son devueltas a sus países cada año en vuelos chárter pagados por ICE. También, hasta dos personas detenidas pueden ir en vuelos comerciales, donde vuelan esposadas, dijeron abogados de migración.
El abogado Álex Gálvez, que ejerce en Los Ángeles, California, recomienda a los migrantes que entran legalmente al país y tienen un hijo ciudadano estadounidense mayor de 21 años pedir la residencia cuanto antes, para evitar ser detenidos. De acuerdo con las estadísticas de ICE, durante 2018 se deportaron a 256.085 personas y otras 226.119 en 2017, bajo la presidencia de Donald Trump. (I)
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