
El municipio ha identificado varias casas consideradas patrimoniales que se encuentran abandonadas, la rehabilitación de dichos inmuebles deberá correr por cuenta de los propietarios, porque la institución no cuenta con un presupuesto para la intervención de espacios privados.
Ismael Astudillo, Jefe de área de Patrimonio Arquitectónico y Urbano Municipal, dijo que los propietarios no quieren asumir la responsabilidad de restaurar los bienes patrimoniales a tiempo, es por ello que, con los años, cada vez las viviendas están destruyéndose.
Indicó que el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural tiene conocimiento de que algunas viviendas localizadas en la vía Panamericana, parroquia Borrero, están a punto de colapsar, es por ello que ya se ha procedido a una sanción del 200 al 300 por ciento de lo destruido.
En el cantón Azogues han sido inventariadas 135 viviendas patrimoniales y más de 500 registradas, por lo que desde hace años han venido pidiendo a los propietarios que den mantenimientos a las viviendas, pero pocos propietarios han hecho caso.
Explicó que se trabaja en la recuperación de la Quinta San José, proyecto que tiene un costo de 350 mil dólares, que constará de dos fases; de igual manera colaboran en las comunidades dirigiendo la restauración de las capillas. (I)