Se debío convocar a una Asamblea Constituyente

Segundo Serrano, tres veces diputado por la provincia del Cañar, en una de las cuales fue Presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales,sostiene que el proyecto de reformas constitucionales vía enmienda a la Carta Magna de 2008, no estaría siguiendo el procedimiento correcto. Sólo corregir errores de sintáxis, tendría un carácter de enmienda, precisa.
“Los 16 puntos restantes no pueden ser llamados enmiendas, todos ellos requieren de una reforma constitucional y lo que tenía que operar para lo que se pretende hacer es una Asamblea Constituyente”, señala.
Serrano cita el artículo 444 de la Constitución, que se refiere a que la Asamblea Constituyente sólo podrá ser convocada a través de una consulta popular. Esta consulta podrá ser solicitada por la Presidenta o el Presidente de la República, por las dos terceras partes de la Asamblea Nacional o por el 12% de las personas inscritas en el registro electoral y la nueva Constitución, para entrar en vigencia deberá ser aprobada mediante referéndum, con la mitad más uno de los votos válidos.
Para Serrano, dejar abierto el camino a la reelección indefinida, es dar lugar a una reelección vitalicia, sin considerar que en el artículo 1 de la Constitución, se habla de que el Ecuador es una país democrático “y la esencia de la democracia es la alternancia, sin aquello no hay democracia”, dice. Se tiene que consultar al pueblo y eso es lo que no se está haciendo”, expresa.
La Contraloría
Serrano considera que se quiere eliminar la facultad imprescindible de la Contraloría de fiscalizar sin restricciones. “La Contraloría prácticamente dejaría de existir con esta reforma, que no es enmienda, porque ya no va a cumplir su papel… le van a limitar la facultad a la Contraloría y sería preferible cerrar las puertas de esa entidad” subraya.
Serrano ve a la comunicación como un derecho fundamental de los seres humanos, que no puede ser considerada como un servicio público como el agua o la recolección de basura; también cree que establecer en 30 años la edad mínima para ser candidato es una propuesta que se acomoda a ciertas pretensiones de Alianza País.
Según el ex diputado, hay estudios que señalan que después de los 45 años, las personas empiezan a actuar con sabiduría, si pasa antes, “serán súper dotados”, precisa, al tiempo que cita nombres como del presidente electo de Uruguay, Tabaré Vázquez de 74 años, y del actual mandatario, José Mujica de 79 años, quienes están al frente de una de las potencias de América Latina.
Sobre las fuerzas armadas y la posibilidad de que se involucren en actividades de seguridad interna, Serrano dice que se está tratando de desnaturalizar el rol de las mismas para mantener al país permanentemente militarizado, es decir en estado de excepción, concluye.