
La Comunidad Franciscana en Azogues se proyecta a abrir dos salas para exhibir piezas de arte religioso y los mantos que lució la imagen de la Virgen de la Nube en las procesiones del 1 de enero y del 31 de mayo; y, además, cientos de objetos arqueológicos provenientes de la zona de Ingapirca, del cantón Cañar.
En un espacio del monumental santuario donde se venera a la Virgen de la Nube, los Franciscanos, con el aporte del Municipio de Azogues, adecuarán una oficina de información turística, una sala para arte religioso y otra para piezas arqueológicas.
Además, un espacio para restauración y conservación de objetos, una sala de uso múltiple, un restaurante, una tienda artesanal y, en las terrazas, una cafetería.
Con este proyecto se quiere brindar a los turistas que diariamente visitan el templo, más opciones para conocer la historia de las culturas originarias que nos antecedieron, así como el testimonio de la presencia de los Franciscanos en Azogues y su labor para propagar la fe y la devoción a la Virgen de la Nube.
Biene arqueológicos
El padre Víctor Hugo González, guardián de la Comunidad Franciscana en Azogues, estima que son cientos de piezas arqueológicas las que posee el convento, varias de éstas las recolectó el “Hermano Iglesias” y permanecen guardadas por varios años; hay piedras labradas, artefactos de metal y cerámicas, clasificadas por culturas; también hay libros antiguos, precisa. Mantos de la Virgen
Los mantos que lució la imagen de la Virgen de la Nube en las multitudinarias procesiones del 1 de enero y del 31 de mayo de cada año, son parte de una colección que los Franciscanos guardan en el convento como un testimonio de fe de varios devotos, principalmente de residentes en los Estados Unidos, que como muestra de agradecimiento donaron estas elaboradas prendas para la sagrada imagen.
Los mantos fueron elaborados por conocidas modistas de la ciudad, entre ellas Raquel Sarmiento y Martha Luzuriaga y, en los últimos años, por las Hermanas Clarisas. Son piezas muy elaboradas, se trabaja de tres a cuatro meses en su confección, cada una de ellas tiene símbolos que representan un tema y una historia, la más común es la migración.
Hay un listado donde están los nombres de los devotos que aguardan su turno para donar un manto a la Virgen de la Nube. Para los próximos dos años ya se conoce quiénes serán los encargados de entregar esa prenda que la imagen lucirá en los días que hay fiesta en su honor.