
La afluencia de clientes fue inferior a ocasiones anteriores. Según una de las artesanas oriunda de la comunidad de San Camilo, no pudo adquirir demasiados tallos debido a que no existe venta de sombreros en los mercados. En casa se quedó con 6 sombreros, cuyo precio en los mercados en Azogues no pasó de los cinco dólares cada uno.
Tuvo que vender a ese precio debido a que necesitaba para sobrevivir y no tuvo otra alternativa. Tambien se dedica a la agricultura con lo que ha logrado sobrevivir, pero del tejido de toquilla no tiene esperanza.
Otra tejedora, Isabel, dijo que desde que inició la pandemia las ventas han caído. Por ahora esperan que a nivel del Austro las autoridades puedan apoyar a este sector.
Otra tejedora destacó que por ahora no vende sus productos, pero se encuentra almacenando para en los próximos días poder comercializar a mejores precios en Azogues o Cuenca. (I)