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Padres cuestionan castigos a sus hijos

comunerosLos padres de dos de los jóvenes que recibieron castigos el domingo pasado por parte de comuneros de San Pedro, del cantón Cañar, por estar supuestamente involucrados con pandillas y en hechos delictivos, reclaman por la actuación agresiva durante la aplicación de las sanciones de la Justicia Indígena en contra de sus hijos, quienes, a decir de sus progenitores, hoy presentan secuelas físicas y emocionales provocados por los chicotazos y baño en agua fría.

Lo que más lamentan los familiares es que las sanciones de la justicia indígena se habrían aplicado a personas supuestamente inocentes, a las cuales además, los comuneros les dieron un mes de plazo para pagar la suma de 2.000 dólares o, caso contrario seguir expuestos a ser retenidos nuevamente por los comuneros, como pasó el último domingo, cuando dichos jóvenes fueron llevados a la fuerza al sector de San Pedro.

Rosa L, madre de uno de los jóvenes de 18 años que recibieron las sanciones de la justicia indígena, dijo que uno de los supuestos líderes de una pandilla habría dado el nombre de su hijo e indicado su localización a comuneros de San Pedro, quienes lo trasladaron al sector en mención y se le aplicó justicia indígena.

“Mi hijo está, ahorita, acabado, él era quien pagaba del arriendo, él (supuesto líder) sabía que mi hijo trabajaba y mantenía a mis tres hijos menores”, dijo Rosa L, quien además señaló que su hijo habría ingresado a una pandilla por las supuestas amenazas de muerte que habría recibido de integrantes de la misma.

“Yo no puedo más, el señor Alcalde de Biblián me ayuda en comida, tengo un hijo de 5 años que es discapacitado, no puedo hacer estudiar a mis tres hijos menores. De dónde voy a sacar yo”, dijo la madre, al referirse a los 2.000 dólares que debe pagar a los comuneros como garantía.

Carlos Q, es padre de otro de los jóvenes que fueron llevados desde su hogar en Biblián, y retenidos en la comunidad de San Pedro.

Él asegura que su hijo tiene discapacidad, “el tiene 18 años, pero su mente es como de un niño de 10 o 12 años”, sin embargo fue retenido por los comuneros, dijo.

“Pedimos que se haga justicia, que primero se averigüe quiénes son los responsables y que no lleven a gente inocente para golpearles y bañarles en agua fría en horas de la noche… Debe haber justicia para estos jóvenes, porque las acciones de los comuneros podrían incluso haberles llegado a arrebatar la vida”, expresó Carlos Q.

Los dos padres de familia se reunieron con autoridades en Biblián para hablar respecto a las pandillas y a la actuación de los comuneros frente al supuesto accionar de estas bandas que estarían cometiendo hechos reñidos con la ley, en sectores rurales del Cañar.

Rosa L y Carlos Q, no aceptaron lo que dijo Julio Sigüencia, presidente de seguridad de varias comunidades, respecto a que los jóvenes retenidos habrían sido dejados en libertad sin lesión física ni psicológica, sostienen que uno de los jóvenes está postrado en una cama y el otro con secuelas psicológicas.

Sigüencia cree que el robo de más de 20 cabezas de ganado que se habría suscitado en algunas comunidades entre el 2014 y el 2015 habría sido perpetrado por pandilleros, al igual que un hecho de sangre que se dio en el sector La Tranca donde dos jóvenes habrían sido heridos con arma blanca, por eso justifica el accionar de los comuneros.

En la reunión que se llevó a cabo en la sala de sesiones del Municipio de Biblián, estuvieron también los dos presuntos líderes de la pandilla “Sombra Negra”, Luis y Jorge, quienes la semana pasada también recibieron castigos de parte de comuneros del mismo sector.

El gobernador Juan Cárdenas, pidió a la gente de las comunidades no satanizar a la gente, mucho menos a jóvenes que ya se habrían rehabilitado y advirtió a las comunidades que no pueden actuar al margen de la ley.

El compromiso de la autoridad es de mantener diálogos con los comuneros para evitar que sigan reteniendo a más jóvenes, que incluso pueden ser inocentes y aún así, aplicándoles castigos. (I)

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