Raúl Naspud más de 50 años tallando imágenes religiosas

Segundo Vicente Raúl Naspud Acero, de 73 años, es un azogueño que por más de 50 años se dedica a pintar y esculpir figuras religiosas. Su taller está ubicado en Azogues, en la calle Rivera 5-17 y Sucre.
Sus obras están en diferentes partes del mundo, especialmente en las ciudades donde hay emigrantes oriundos de la provincia del Cañar, a quienes sus familiares les envían imágenes de Cristo y la Virgen.
“En los Estados Unidos y España los compatriotas prefieren las efigies de la Virgen, bajo las advocaciones de La Nube y El Cisne; mientras que en Alemania optan por la imagen de Jesús en la cruz”, comenta.
Según la experiencia del artista, hay épocas del año cuando la gente se inclina por mandar a confeccionar o restaurar imágenes religiosas; para diciembre eligen las del Niño Jesús; para mayo, las figuras de la Virgen, y para Semana Santa, a Jesús en la cruz.
Así como sus obras están en hogares e iglesias de diferentes sectores del país, su historia también ha sido difundida en varios medios de comunicación local y nacional, los cuales lo han buscado por ser uno de los escultores más representativos que tiene la ciudad de Azogues.
Sus habilidades innatas, Raúl Naspud, las perfeccionó bajo la mirada e instrucciones del artista plástico azogueño, Daniel Salvador Mogrovejo Narváez, quien le trasmitió sus conocimientos y experiencia.
También comenta que del exCREA recibió cursos teóricos y prácticos sobre pintura, policromado y tallado en madera, con la asistencia de instructores españoles. “Ahora ya nadie toma en cuenta a los artesanos”, dice.
En su taller de pintura y escultura, en una pared junto a decenas de imágenes religiosas, penden varios diplomas de cursos de actualización profesional a los que asistió, así como de reconocimientos otorgados a su labor y a sus méritos como líder de los artesanos del Cañar.
Entre las imágenes religiosas que están en proceso de elaboración está la de un Cristo de aproximadamente un metro de alto, también hay figuras de la Virgen, de algunos santos y del Niño Jesús. Los precios son variados y dependen del tamaño y la dificultad para elaborar la obra. Así por ejemplo, el Cristo que está elaborando y que exhibió para que sea fotografiado, cuesta 600 dólares.
Raúl Naspud recuerda entre las imágenes de mayor altura que talló, a una de Jesús del Gran Poder que tenía 1 metro con 85 centímetros de alto, cuya elaboración le encargaron desde la ciudad de Guayaquil. (DCC)-(I)
Maderas como el nogal, cedro y naranjillo, son las preferidas por este escultor, esta materia prima, luego de un proceso de secamiento a la intemperie de seis meses y un año, “para sacar los aceites”, adquiere diversas formas con la ayuda del cincel y otros instrumentos que con gran destreza maneja el artista.
A la madera se la baña con un líquido y luego con tiza para proceder al lijado y decoración. Este procedimiento sirve para proteger a la madera de los efectos del tiempo y del ambiente.
Según Naspud, el secreto para que las imágenes duren hasta más de un siglo está en la madera, la cual debe ser madura, precisa. Este maestro escultor ve con tristeza cómo las figuras hechas de yeso, fibra de vidrio y resina se han tomado el mercado; fabricadas en moldes y en serie son vendidas por valores muy bajos.
La gente que todavía valora las imágenes hechas a mano y madera son pocos pero, al parecer, las suficientes para la preservación de este oficio. Naspud tendrá como heredera a una de sus hijas, quien conoce del arte y, según su padre, ha demostrado interés por preservar esta actividad tradicional de una ciudad Patrimonio Cultural y Urbano del Ecuador.