
Por celebrar el nacimiento de Jesús y aproximarse el 1 de enero, fecha de la fiesta de la Virgen de la Nube que se venera en el santuario franciscano de Azogues, las actividades se intensifican en el convento y para ayudar en las mismas vinieron frailes de otros conventos del país.
“Este es un tiempo de mayor afluencia de gente, vienen frailes a ayudar en las misas y confesiones. Aquí vivimos ocho frailes y con los que vienen sumamos 20”, señala el sacerdote Fausto Suárez.
Para los franciscanos la celebración de la Navidad debe estar apegada a los valores humanos y a la fe, tratando siempre de mantener la conciencia del verdadero sentido de esta época, que tiene que ver con el encuentro con Dios.
“Lo demás entra en el ámbito comercial, la gente empieza a pensar en los regalos, en qué ropa se va a poner, en qué va a comer y se olvida de lo principal. Nosotros estamos tratando de que la gente tenga conciencia y que participe en la Misa de Gallo, por ejemplo, que es un acontecimiento importante, porque es la conmemoración del nacimiento mismo de Jesús, de su entrada en la historia humana”, subraya Fausto Suárez.
Misa de media noche
Actualmente, por influencia de otras culturas como las de América del Norte y Europa se esta reduciendo la Navidad a la cena, a la reunión familiar, al intercambio de regalos, a la fiesta, pero la Navidad va más allá, resalta el religioso.
La Misa de Gallo es a la media noche, pero en algunas parroquias van cediendo a los requerimientos de la gente y la celebran a las siete, nueve o diez de la noche, con el fin de que la gente no pierda la oportunidad de la cena y del festejo.
Pero para cada momento hay una misa diferente, no es lo mismo la misa que se celebra a las 19:00, porque no tiene el mismo contenido. La misa que se celebra a la media noche y la del siguiente día tienen contenidos diferentes. “Entonces, si nosotros nos saltamos una de esas misas o la principal que vendría a ser la de la media noche, estaríamos participando del acontecimiento, pero no le estaríamos dando la debida importancia”, explica.
Mandamiento de la iglesia
No asistir a misa en Navidad está considerado como un pecado; hay, aparte del domingo, dos fiestas de precepto en el año que comprometen a la persona a participar en la misa: la una es el 1 de enero, que se conmemora la maternidad de María o fiesta de “Santa María, Madre de Dios”.
La otra es el 25 de diciembre que se conmemora el nacimiento de Jesús, estas dos fiestas en el año obligan a un católico a ir a misa, quien no vaya a misa está incurriendo en pecado por ubicar a Dios quizá como la última de sus necesidades, sin observar el primer mandamiento que es: amar a Dios por sobre todas las cosas, precisa el sacerdote.
En los pasillos del convento de la Comunidad Franciscana en Azogues varias personas esperan para participar del sacramento de la confesión y otras hacen fila para dejar limosnas y pedido de oraciones que los sacerdotes elevarán a Dios en la celebración de cada acto litúrgico por estas fiestas. (DCC)- (I)
Pesebre y lo social
Durante la edad media, cuando vivió San Francisco de Asís, la gente era muy propensa a lo visual, al igual que dicho fraile franciscano quien quiso imaginar cómo fue la escena del nacimiento de Jesús en Belén y por eso armó un pesebre para recrear la llegada de Hijo Dios al mundo.
Conforme pasa el tiempo, la gente mantiene la tradición, pero a veces se desvían de lo religioso y caen en lo folklórico, en la danza, en la comparsa y le dan a esta celebración una motivación tan sólo cultural o de costumbre, expresa Fausto Suárez.
Mensaje
La Comunidad Francisana en Azogues cuenta con un medio de comunicación radial que fue creado con la finalidad de evangelizar a través de la trasmisión de las buenas noticias que contiene la sagrada escritura. En el minuto 30 de cada hora, se difunden dichos mensajes.
“En radio Santa María la gente encuentra oración, motivación, la palabra de Dios, orientación, formación en valores… eso le hace diferente como medio de comunicación”, añade Fausto Suárez.
Perfil
Fausto Suarez, hace 27 años inicio su formación en la vida francisana, desde hace 11 años es sacerdote; es del cantón Chordeleg, provincia del Azuay. Entre sus aficiones consta la música, participó en un proyecto musical donde interpretó y grabó canciones inéditas de contenido religioso.