
Los afectados temen que haya inundaciones y sus viviendas resulten afectadas como algunas que ya tienen cuarteaduras.
Los moradores del barrio Colinas de San Judas Tadeo, de la parroquia Javier Loyola, del cantón Azogues, están preocupados por los problemas que ocasionan las aguas lluvias que liberan los grandes desagües colocados en la autopista Cuenca-Azogues y que no están conectados a un sistema de alcantarillado o directamente a un encauce natural, sino a pequeñas acequias que derraman el agua en los terrenos aledaños.
Son aproximadamente 50 las familias afectadas directamente por esta situación, pero cuando las lluvias se intensifican, el agua que baja desde la parroquia Cojitambo, inunda terrenos y viviendas y podría avanzar hasta el centro parroquial donde también podría causar estragos como los que ocurrieron en febrero del 2011 cuando se inundaron varias edificaciones a consecuencia de que un pequeño embaulado de una quebrada no soporto el caudal de agua.
La parroquia Javier Loyola es un área de expansión, donde funciona la Universidad Nacional de Educación (UNAE) y donde próximamente la Agencia de Tránsito del Cañar construirá su local propio; además allí se han emplazado nuevas urbanizaciones, por eso sus habitantes consideran que se debe solucionar de manera urgente los problemas básicos que afectan a esa comunidad.
Carmen Galarza relata como ha visto deteriorase la casa de una de sus hijas que está en el extranjero y que construyó hace cinco años en ese sector.
La vivienda presenta cuarteaduras en pisos y paredes, inclusive comenta que en los cuartos ya hizo cambiar la cerámica, la misma que nuevamente ha empezado a partirse a causa de la inestabilidad que estarían provocando las aguas en terreno donde está levantada la edificación.
“Este sector era una ciénaga, un señor rellenó un terreno y el agua se riega, no tiene salida. Cuando llueve el agua es como un rio y entra a las casas”, señala Carmen Galarza.
Silvia Sarmiento, habitante del lugar, recuerda que cuando se construyó la vía rápida se hicieron atarjeas sin considerar a las quebradas, por esa razón reclamaron a las autoridades las cuales dispusieron la construcción de unos canales que hoy están deteriorados y que supuestamente durarían hasta cuando se hiciera la ampliación de la autopista.
En un recorrido realizado hace tres meses los técnicos de Gestión de Riesgos habrían solicitado que se presenten soluciones inmediatas con la construcción de una canal paralelo a la autopista con desagüe a la quebrada, pero ahora los responsables de la ampliación de la vía rápida habrían manifestado a los moradores que no pueden hacer ningún cambio porque el problema viene desde antes de la ejecución de los trabajos de ampliación de la vía.
Los desagües se habrían abierto cuando aparentemente no afectaban a ninguna población. Silvia Sarmiento dice que el problema es más grave ahora porque las sequias ya no solamente conducen aguas lluvias, sino también aguas servidas que se filtran de las alcantarillas rotas.
El concejal de Azogues, René Cabrera, dice que invito a las autoridades de la Dirección de Obras Públicas del Cañar a hacer un recorrido por el lugar afectado pero que sus directivos habrían minimizado el problema.
Municipio
permitió construir
Para el presidente de la Junta Parroquial de Javier Loyola, Carlos León, los asentamientos humanos se han dado sin planificación. La raíz del problema es que el Municipio otorgó esos permisos de construcción, subraya. La ampliación de la vía rápida no está originando el problema. El MTOP y la empresa constructora van a encauzar hasta cierto tramo, y luego, el Municipio debe solucionar porque ha otorgado los permisos, señala Carlos León.