
Extrabajadores del ingenio azucarero Aztra, ahora Ecudos, participaron de una asamblea que se realizó en Azogues para conocer los avances del proceso que iniciaron hace dos años ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por violación de derechos laborales.
Acudieron aproximadamente 50 exobreros. Los que por motivo de edad o enfermedad no pudieron estar presentes delegaron a sus esposas o a sus hijos. La mayoría ya no asiste a esas asambleas porque ya perdió la esperanza de lograr reivindicaciones y otros, porque ya fallecieron.
Todos son de la tercera edad, algunos están enfermos y utilizan bastón o muletas, otros todavía conservan energía para, desde un balcón, levantar la voz y alentar a sus compañeros a seguir luchando por la causa que ellos consideran justa y en memoria de varios de los exobreros que murieron a manos de la policía, el 18 de octubre de 1977, por reclamar mejoras salariales.
El 14 de julio de 1994 se les notificó de su despido a unos 3.500 trabajadores luego de que el 22 de junio de ese mismo año, la Empresa Azucarera Tropical Americana (AZTRA) ubicada en el cantón La Troncal de la provincia del Cañar, pasó de manos del Estado al grupo económico de la familia Isaías.
Los extrabajadores reclaman el pago de liquidaciones justas y de las obligaciones que la empresa debía cumplir con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Fausto Coronel Pinos, presidente de la asociación de extrabajadores “Luchando por la justicia”, recuerda que unos cinco meses antes de que fueran despedidos, los obreros iniciaron una huelga para exigir el pago de sus salarios atrasados. Relata que el despido masivo se dio luego de la venta del ingenio, en el gobierno de Sixto Durán Ballén.
En 1995 comenzó la lucha de los extrabajadores en las instancias judiciales para exigir el pago de las liquidaciones correspondientes por despido intempestivo.
Según recuerda el dirigente, los hermanos Isaías tenían que pagar por liquidación y según el contrato colectivo de ese entonces, la suma de 172.000 millones de sucres pero sólo pagaron 50.000 millones a los 3.500 obreros, quienes, desesperados por haber permanecido impagos durante tres meses se vieron obligados a firmar el acta de finiquito, señala.
Tras 20 años de lucha, la expectativa de los exobreros de Aztra está en el pronunciamiento que hasta octubre de este año podría emitir la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“Si la sentencia es favorable para los exobreros ésta tiene que ejecutarse y le corresponde al estado ecuatoriano asumir esa responsabilidad”, expresa el asesor de los extrabajadores, Pablo Vintimilla González.
Dentro del país, los exobreros agotaron todas las posibilidades en las instancias judiciales, donde las demandas laborales planteadas fueron declaradas sin lugar. Se accedió a los tribunales internacionales debido a que los jueces de trabajo, la Corte Provincial de Justicia, la Corte Nacional de Justicia y la Corte Constitucional, fallaron en contra de los extrabajadores.